Britney Spears regresó a los escenarios anoche en San Diego, California en el club "House Of Blues" para ofrecer su primer concierto en público en casi tres años, luciendo de forma espectacular: sensual, sin kilos extra y con una larga peluca de cabello marrón que le cubrió la cabeza luego de que se rapo en febrero.
La cantante subió al escenario vistiendo botas tipo gogó hasta las rodillas, una breve minifalda blanca y un reluciente sostén rosa que permitía mostrar una sortija en el ombligo. Spears abrio el sorpresivo show con su clasico "Baby One More Time" y le siguieron otros exitos para terminar en menos de 15 minutos su performance.
El corto concierto no fue un éxito para todos los asistentes, algunos de los cuales pagaron más de 125 dólares por boleto.
''Parecía que ella estuvo haciendo sincronización de labios con una pista grabada todo el tiempo'', dijo defraudado un joven de 20 años, quien tomó un vuelo desde San Francisco para asistir al concierto por la noche.